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Método deductivo: ¿qué es y por qué es tan importante?

Las formas en las cuales el ser humano accede al razonamiento son diversas y van desde lo general hasta lo particular o viceversa. Según esa característica puede tratarse del método inductivo o del método deductivo. Ambos son utilizados en las ciencias experimentales para inferir conclusiones y el día de hoy, te contaremos todo sobre uno de ellos.

Índice

    ¿Qué es el método deductivo?

    Este método consiste en conseguir razonamientos basándose en la inferencia de datos generales que sirven para explicar experiencias particulares. Es muy utilizado en ciencias formales como las matemáticas o la lógica, en donde se establecen una serie de premisas que van a dar forma a situaciones concretas.

    Este método se caracteriza por ser mayormente empírico, por lo menos en sus orígenes. Gracias a la experiencia, pueden describirse comportamientos o situaciones sobre las cuales basar después las teorías. Con una teoría bien fundamentada, después es posible sacar conclusiones que la mayor parte del tiempo son correctas.

    Historia del método deductivo

    Gracias al nacimiento de la filosofía en Grecia, específicamente en la región de Jonia, el hombre empieza a cuestionarse sobre su existencia y esbozar teorías que rompen paradigmas, pues van más allá de lo comúnmente aceptado por la creencia griega y romana. Con los primeros filósofos, nacen muchas teorías que a día de hoy aún se mantienen.

    Los primeros antecedentes del método deductivo los presenta el filósofo Aristóteles. Según el criterio del mismo, el razonamiento deductivo permite alcanzar el conocimiento científico, gracias a la teoría del silogismo aristotélico.

    Silogismo aristotélico

    Esta teoría expresa que el hombre es capaz de expresar juicios, es decir, opiniones o percepciones acerca de algún tema. Los juicios tienen la capacidad de ser universales y correctos, y cuando este es el caso, Aristóteles comenta que existen juicios antecedentes y juicios consecuentes según la parte de la frase en la que se encuentren.

    En ese sentido, el juicio antecedente se ve enlazado al juicio consecuente por medio de conjunciones que les dan paso, como por ejemplo ‘’por consiguiente’’ o ‘’por lo tanto’’. De esta manera establece tres tipos de juicios a partir de los cuales puede darse el método deductivo, estos tipos de juicios son los siguientes.

    Juicio categórico

    El juicio categórico se encargar de expresar una verdad contemplada como universal. Indiferentemente de si esté orientada en sentido positivo o negativo, lo que allí se expresa tiene una gran probabilidad de certeza. Un ejemplo de este tipo de juicio es la frase ‘’Todos los hombres tienen ojos’’.

    Juicios hipotéticos

    Este tipo de juicio se caracteriza por tratarse de una posibilidad que viene condicionada. Esto significa que puede ser correcta siempre y cuando se cumpla la condición previamente establecida. La frase ‘’si baja la temperatura, hará frío’’ es un buen ejemplo de un juicio hipotético.

    Juicios disyuntivos

    Los juicios disyuntivos presentan doble posibilidad. Cuando se formulan, se trata de situaciones o circunstancias en las cuales pueden existir dos o más soluciones. Al decir que ‘’las plantas pueden ser terrestres o acuáticas’’ se está empleando un juicio disyuntivo porque contempla dos opciones.

    Época moderna

    Durante la época moderna, diferentes pensadores, especialmente de posturas como el racionalismo y el empirismo, plantearon aportes para la implementación del método deductivo. Entre ellos, se encuentran René Descartes con su discurso del método, Baruch Spinoza y Leibniz

    Racionalismo de Descartes

    Al igual que Aristóteles, René Descartes estaba plenamente convencido de que la plenitud de la ciencia se lograría solo con el método deductivo. Según este filósofo, la mente es capaz de adquirir conceptos por medio de la intuición que después pueden llevarse a planos que les permiten materializarse.

    El método formulado por Descartes consiste en cuatro pasos organizados de manera tal que, siguiéndose de forma correcta y tomando en cuenta todos los detalles, pueden llegar a comprobarse premisas científicas y racionales. Estas fases son la evidencia, el análisis, la síntesis y la comprobación.

    El método deductivo en la actualidad

    En la actualidad el método deductivo sigue implementándose para sacar conclusiones y obtener resultados de la realidad. Es sumamente útil en los procesos de investigación científica y se aplica también en todas las ramas de la lógica formal, en donde se trabaja por medio de un sistema de premisas que inferir conclusiones particulares sobre fenómenos generales.

    Sistema de premisas y cotidianidad

    El método deductivo en la cotidianidad puede implementarse con un mecanismo muy interesante. El llamado sistema de premisas es un conjunto de afirmaciones que permiten sacar conclusiones, habrá una premisa que se identifique como premisa mayor y otra que se conozca como premisa menor. En ese sentido, se entiende lo siguiente:

    Este mecanismo puede utilizarse en la vida diaria uniendo ambas premisas por medio de una conjunción. Un ejemplo de esto que te contamos sería el argumento ‘’Todos los niños son pequeños, mi hermano es un niño, por lo tanto, mi hermano es pequeño’’, en donde se entiende lo siguiente:

    En ese sentido, hay que tener en cuenta que el método deductivo es utilizado para inferir cuestionamientos que ya están comprobados y son certezas universales.

    Falacias en el método deductivo

    Las falacias, también denominadas sofismas, son una manera engañosa de aplicar el método deductivo. Se trata de premisas o argumentos que, bien sea por estar bien maquillados o por otros motivos, pueden parecer correctos. Sin embargo, cuando se analizan a profundidad, se nota que son realmente incorrectos.

    Tipos de falacias y ejemplos

    Este término puede sonar muy filosófico o lejano. Sin embargo, la realidad es que las falacias son argumentos que observamos a diario y constantemente son usados en conversaciones cotidianas o aleatorias. Por este motivo, te hablaremos en los siguientes apartados sobre los tipos de falacias más comunes y ejemplos de ellas.

    Falacia ad hominem

    Este tipo de falacia se emplea cuando se niega un argumento o se afirma que no es correcto sencillamente porque la persona que lo dice no es de agrado para quién declara su nulidad. Un ejemplo de este tipo de falacia es cuando decimos que un político no puede hablar de honestidad porque el mismo es corrupto.

    Falacia ad ignorantiam

    Este tipo de falacia consiste en afirmar un argumento sencillamente porque no existen pruebas que aseguren lo contrario. Es sencillo de detectar y por ponerte un ejemplo, cuando alguien afirma que no existe vida fuera de la tierra sencillamente porque no se ha demostrado lo contrario. Si no puede probarse su no existencia, tampoco puede probarse su existencia.

    Falacia ad verecundiam

    Es una forma incorrecta de utilizar el método deductivo. Se emplea cuando se asegura que algún argumento es plenamente correcto solo porque lo dijo una persona letrada, reconocida o importante. Por ejemplo, cuando se afirma que cierta teoría es así porque lo afirmó algún científico importante, aun cuando este esté equivocado.

    Falacia ad populum

    Seguro que alguna vez has escuchado la tradicional pregunta ‘’¿y si todos se tiran de un puente, tú también lo haces?’’. Este tipo de falacia tiene bastante similitud con esta afirmación porque consiste en asegurar que algo es correcto porque así lo afirma todo el mundo.

    Pasos del método deductivo

    A nivel científico y de investigación, existen una serie de pasos que pueden seguirse para aplicar correctamente el método deductivo y conseguir generar hipótesis y conclusiones que puedan servirle a otros. En ese sentido, se plantean cinco pasos que están sujetos a cambios según criterios.

    Planteamiento del problema

    El problema es lo más importante en cualquier investigación, trabajo o idea, por eso es necesario para el método deductivo. Delimitar el problema ayuda a orientarse específicamente en la solución. Tras tener identificado el problema, deben plantearse una serie de causas, síntomas y posibles soluciones.

    Creación de hipótesis

    La posible hipótesis a plantearse debe reforzarse de la mano de bibliografía pertinente para el hecho. Para esto es necesario encasillar el problema de forma que sea posiblemente abarcable, es decir, ajustarlo a la realidad de las circunstancias para así no quedarse cortos en la solución.

    Deducción de consecuencias

    Deducir las consecuencias es estudiar el posible impacto que pueda ocasionar la hipótesis establecida para solventar dicha problemática. En este sentido, la deducción de las consecuencias permite conocer el panorama que tendrá la aceptación o negación de la hipótesis formulada.

    Contrastación

    Según este paso del método deductivo, tras dar a conocer la hipótesis inferida, pueden ocurrir dos efectos. El primero de ellos es la refutación de la hipótesis, dándose pruebas de que no es correcta y el segundo es, evidentemente, la aceptación de la misma.

    Posible formulación de teorías

    Tras conocer el impacto que ocasionó la hipótesis y poder probar si es correcta o no, pueden crearse teorías sustentadas que permiten a otras personas hacer inferencias por medio del método deductivo.

    Diferencias del método deductivo con el método inductivo

    El método inductivo, por el contrario, consiste en partir de circunstancias y premisas particulares para conseguir o dar con una conclusión general. Es diferente porque el método deductivo busca hacer todo lo contrario. En ese sentido, la principal diferencia entre ambos radica en el camino lógico que recorren.